Comparten dos casetas en la Feria del Libro, pero son siete y son uno al mismo tiempo.
«Contexto», Premio Nacional a la Mejor Labor Editorial Cultural 2008, es un insólito grupo bien diferente de las grandes corporaciones empresariales del mundo de los libros.
En lugar de un encuentro que recogiera sin fortuna ni armonía las diversas declaraciones de este coro, ABC les retó sin mayor violencia. Sean las siete voces, con siete adjetivos, quienes definan su espíritu- qué es, qué hacen y qué persiguen-. He aquí el resultado de este lacónico experimento literario.
Luis Miguel Solano (Libros del Asteroide): “Acompañado”.
Carola Moreno (Barataria): “Creativo, porque la unión estimula la capacidad de creación de cada uno de los editores”.
Julián Viñuales (Global Rythm): “Anarcovindicalismo: defensa a ultranza del cooperativismo multicelular y de la tecnología tribal- sin orden ni concierto, pero de gran productividad y común adoctrinamiento y provecho-“.
Enrique Redel (Impedimenta): “Multiplicador”.
Diego Moreno (Nórdica): “Cómplice: creemos que son más las cosas que nos unen que las que nos separan. No vemos a las demás editoriales (de dentro y fuera de Contexto) como rivales con los que tenemos que competir sino como colegas que nos pueden ayudar y nos animan a hacer mejores libros”.
Julián Rodríguez (Periférica): “Plural. Que, combinado con otras palabras, tiene más de un significado, y por eso nos gusta especialmente. Desde la sencilla definición: “Múltiple, que se presenta en más de un aspecto”, hasta sus posibilidades: “De modestia”, “Mayestático”o “Sociativo”. Todas pueden servir, según la ocasión, para Contexto”.
Santiago Tobón (Sexto Piso):”Diverso:en todas las acepciones que puedan darse. Se trata de un grupo donde no se pierde el toque personal que pone cada editor. Esa suma de maneras particulares de hacer un catálogo y concebir la profesión dan una caracterísitca especial a Contexto”.
El grupo pasó por la Fundación Ayala durante la celebración del “Hay Festival” de Granada, y publicaron un manifiesto que no aspira a ser un manifiesto al uso, sino como escriben ellos mismos, “declaraciones de intenciones que se convierten luego en hechos”. Creen que entre editor y lector apasionado no hay diferencias. Saben que su labor profesional ha de ir acompañada de la honestidad ante casa lector, bajo una comunicación sincera. Conocen y valoran todas las profesiones que hacen posible que un libro llegue a las manos de su dueño. Abogan por la complicidad y el entendimiento. No se conforman, persisten y, sobre todo, editan, sin perder en su trabajo esa finalidad cultural y pedagógica que todo libro aporta por su condición inherente de ser transmisión de conocimientos. Alguna otra de sus reivindicaciones, “(…) el mantenimiento del sistema de precio fijo de los libros y un sistema educativo que valore la lectura (…).” Esta carta de naturaleza pueden leerla íntegramente en la contraportada de la revista que sacan a la calle, “Contexto”, número cuatro, primavera/verano 2009.
Estos días, en la Feria del Libro, estos editores son también los propios vendedores de las obras que publican. Las más solicitadas por el público:
“Los días contados” (Libros del Asteroide) de Miklós Bánffy
“Cuentos rotos” (Barataria) de Carlos Herrero
“Como una moto” (Global Rythm) de Bob Woodward
“Shanshiro” (Impedimenta), de Natsume Soseki
“El zorro ártico” (Nórdica) de Sjón
“Un guión para Artkino” (Periférica) de Fogwill
“El mejor relato del mundo” (Sexto Piso) de Rudyard Kipling
Su lema es “Nuevos editores para nuevos tiempos” ¿Añadimos más adjetivos a la lista? Si se trata de no faltar a las verdades de la literatura: atrevidos, entusiastas, ingeniosos, intempestivos…
«Contexto», Premio Nacional a la Mejor Labor Editorial Cultural 2008, es un insólito grupo bien diferente de las grandes corporaciones empresariales del mundo de los libros.
En lugar de un encuentro que recogiera sin fortuna ni armonía las diversas declaraciones de este coro, ABC les retó sin mayor violencia. Sean las siete voces, con siete adjetivos, quienes definan su espíritu- qué es, qué hacen y qué persiguen-. He aquí el resultado de este lacónico experimento literario.
Luis Miguel Solano (Libros del Asteroide): “Acompañado”.
Carola Moreno (Barataria): “Creativo, porque la unión estimula la capacidad de creación de cada uno de los editores”.
Julián Viñuales (Global Rythm): “Anarcovindicalismo: defensa a ultranza del cooperativismo multicelular y de la tecnología tribal- sin orden ni concierto, pero de gran productividad y común adoctrinamiento y provecho-“.
Enrique Redel (Impedimenta): “Multiplicador”.
Diego Moreno (Nórdica): “Cómplice: creemos que son más las cosas que nos unen que las que nos separan. No vemos a las demás editoriales (de dentro y fuera de Contexto) como rivales con los que tenemos que competir sino como colegas que nos pueden ayudar y nos animan a hacer mejores libros”.
Julián Rodríguez (Periférica): “Plural. Que, combinado con otras palabras, tiene más de un significado, y por eso nos gusta especialmente. Desde la sencilla definición: “Múltiple, que se presenta en más de un aspecto”, hasta sus posibilidades: “De modestia”, “Mayestático”o “Sociativo”. Todas pueden servir, según la ocasión, para Contexto”.
Santiago Tobón (Sexto Piso):”Diverso:en todas las acepciones que puedan darse. Se trata de un grupo donde no se pierde el toque personal que pone cada editor. Esa suma de maneras particulares de hacer un catálogo y concebir la profesión dan una caracterísitca especial a Contexto”.
El grupo pasó por la Fundación Ayala durante la celebración del “Hay Festival” de Granada, y publicaron un manifiesto que no aspira a ser un manifiesto al uso, sino como escriben ellos mismos, “declaraciones de intenciones que se convierten luego en hechos”. Creen que entre editor y lector apasionado no hay diferencias. Saben que su labor profesional ha de ir acompañada de la honestidad ante casa lector, bajo una comunicación sincera. Conocen y valoran todas las profesiones que hacen posible que un libro llegue a las manos de su dueño. Abogan por la complicidad y el entendimiento. No se conforman, persisten y, sobre todo, editan, sin perder en su trabajo esa finalidad cultural y pedagógica que todo libro aporta por su condición inherente de ser transmisión de conocimientos. Alguna otra de sus reivindicaciones, “(…) el mantenimiento del sistema de precio fijo de los libros y un sistema educativo que valore la lectura (…).” Esta carta de naturaleza pueden leerla íntegramente en la contraportada de la revista que sacan a la calle, “Contexto”, número cuatro, primavera/verano 2009.
Estos días, en la Feria del Libro, estos editores son también los propios vendedores de las obras que publican. Las más solicitadas por el público:
“Los días contados” (Libros del Asteroide) de Miklós Bánffy
“Cuentos rotos” (Barataria) de Carlos Herrero
“Como una moto” (Global Rythm) de Bob Woodward
“Shanshiro” (Impedimenta), de Natsume Soseki
“El zorro ártico” (Nórdica) de Sjón
“Un guión para Artkino” (Periférica) de Fogwill
“El mejor relato del mundo” (Sexto Piso) de Rudyard Kipling
Su lema es “Nuevos editores para nuevos tiempos” ¿Añadimos más adjetivos a la lista? Si se trata de no faltar a las verdades de la literatura: atrevidos, entusiastas, ingeniosos, intempestivos…
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