17 octubre 2009

Filologia catalana, memorias de un disidente de Xavier Pericay

AMOR A LA FILOLOGÍA

En alguna otra ocasión he señalado el relevo generacional que se está produciendo en el seno de nuestra literatura memorialística Ivan Tubau, Paloma Diaz Mas, Laura Freixas, Agustí Pons. Mariasun Landa, ahora Xavier Pericay, todos ellos nacidos entorno a los años cincuenta, son autores de obras autobiográficas cuyas lineas de fuerza no pasan ya por la Guerra Civil, el exilio o la inmediata postguerra, sino por el posíbilismo sobre el que construyeron su identidad en una sociedad moralmente desgarrada por múltiples fracturas.
Algunos de ellos (Tubau Pons, Freixas) ya señalaron el conflicto linguistico y cultural -parte de ese posibilismo en que se vivía- y que les suponía disponer de una lengua materna distinta de la lengua oficial y única, con todas sus con tradicciones. porque no se trataba tanto de un conflicto linguistico, que también. como de un problema político y, nuevamente, mural, es decir, que afectaba a la forma de enfrentarse a la vida cotidiana Ahora Pericay convierte ese conflicto, nunca bien resuelto para desgracia y vergüenza de todos, en el eje de su obra Filologia catalana. Memorias de un disidente (publicada en 2007 en catalán y traducida al castellano por él mismo).

REFLEXIÓN VALIENTE. Título y subtitulo no ofrecen dudas: en efecto, se trata de unas memorias políticas, pero no de las escritas por un político profesional (perfectamente factibles sin necesidad de cambiar el título), sino por alguien que, al margen del poder, ha puesto en los últimos años su capacidad y su talento al servicio de una causa: el no nacionalismo catalán. Una causa que Pericay viene legitimando con la historiografía literaria (sus dos tibios escritos en colaboración con Ferran Toutain, Verinosa llengua y El malentès del noucentisme, fueron una valiente reflexión sobre la forma en que se conducía la normalización lingüística y literaria en Cataluña), la consulta de archivos y hemerotecas (léase su estudio mas reciente, Josep Pla el viejo periodismo, sobre los años de formación del ampurdanés) y la preocupación por la verdad. que siempre tiene su reflejo en la palabra
También lo ha intentado con la política- y de ahi su participación activa en la fundación de un partido fallido, Ciutadans de Catalunya. En todo caso, la causa del no nacionalismo catalán tiene mucho mar de fondo, porque en Cataluña el hecho de escribir, o hablar, en castellano viene de lejos, pero está fatalmente asociado al franquismo, la opresión o la subcultura. De modo que quienes defienden que se acepte la realidad de una cultura (catalana) felizmente bilingüe y enriquecedora como expresión de una vida democrática que ha sabido dejar atrás el odio y la hostilidad se enfrentan a un muro de piedra. La denuncia de Xavier Pericay en su libro es clara: la muerte de Franco y el paso de una cultura resistencial a una institucional no favoreció un cambio de actitud sino de fuerzas.

A CONTRACORRIENTE. En Filologia catalana se recorre el hilo vital bajo la luz de esta disidencia: los orígenes (catalanes), la vida familiar tejida en torno a la figura del, padre, Pere Pericay -un catedrático de griego siempre rodeado de libros-. y de una madre fuerte pero marcada por el asesinato de su propio padre, el cirujano Alfons Hosta Bellpuig, a manos de la izquierda revolucionarìa, el propio carácter del narrador, empequeñecido por la sombra poderosa de los hermanos mayores y ansioso por encontrar su lugar en el mundo.
El autor tiene el acierto de estructurar su libro en tres secciones -filología francesa, catalana e hispánica- que por si mismas ya sugieren la fidelidad de su compacta vocación tanto como la evolución de su ideologia gestada a contracorriente del pensamiento oficial. Y no oculta que el fracaso de algunos proyectos personales ha motivado la decepción y el rechazo. Siempre es así, porque nuestra ubicación en el mundo está en función de las razones e intereses que nos mueven en él. Para el ser humano no existe un lugar definitivo sino espacios que fluyen o se derivan de lo que se hace y nos hacen. ¿Pero qué ocurre cuando uno se mueve en un espacio socialmente estigmatizado? «Se trata de no verlo como un desastre, como una tragedia», escribe Pericay. encarándose con el aislamiento al que su disidencia de la «filologia catalana» le ha conducido en los últimos años Para él Ilegó la hora de darle la espalda.

Anna Caballé
ABCD

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