La Biblioteca Imaginaria Luis Vea García 16/05/2010 |
Conversando en diferido con CLAUDIA APABLAZA 16/05/2010 21:50:02 |
Claudia Apablaza irrumpe en España con la novela Diario de las especies publicada por Barataria. En mi reseña hago hincapié en que Diario de las especies es un libro extraño porque en él podemos encontrar un cuadro de la locura en que vivimos. Me interesa mucho ese intercambio de opiniones que se da entre la protagonista y los que leen su blog y, sobretodo, la deriva que llevan las conversaciones de un lado a otro. Supongo que es un efecto pretendido, buscado. ¿Querías con ello llevar al lector a algún punto? Supongo que todos los escritores quieren llevar al lector a algún punto. Ahora bien, nunca me he detenido a pensar en qué punto es ese que un escritor quiere llevar al lector, pero tal vez, en este caso, creo que quería llevar al lector a reflexionar acerca de temas como la inmigración, la infancia, la creación, sudamérica v/s Estados Unidos, sudamérica v/s Europa, la dificultad del viaje, la creación, la escritura, la desaparición, el miedo a la maternidad, el desarraigo, etc. Diario de las especies es un libro que habla mucho de literatura, es un libro a mí modo de ver no apto para todos los paladares. Exige un poco de conocimiento literario. Incluso uno de los personajes, comentarista de los post, acusa a la autora de ser una escritora burguesa. ¿Eres tú también una escritora burguesa? Creo que es un libro apto para todos los paladares si pensamos en la respuesta que di a la pregunta pasada y los temas que se tocan en el texto. No es un libro que se reflexione sobre autores. Si sabes de literatura tal vez le des una segunda lectura, pero creo que eso no es lo central. En cuanto a la segunda pregunta, creo que los burgueses ya no existen. ¿Piensas que el modo de narrar tan fragmentado te inscribe en la tendencia de la llamada Generación Nocilla? En tu libro hablas mucho de la literatura europea, pero también de la literatura sudamericana y de la literatura chilena. Muchos de sus nombres al lector no le suenan. ¿No es un hándicap? No sabría responder esta pregunta. Pero, supongo que no lo es. O tal vez, creo que depende de quién lo lea. © Ernesto Escobar Ulloa En el libro hay mucho de caos, de itinerarios personales sin rumbo y la bitácora sirve en cierto modo de brújula. ¿Estamos tan desorientados como lo están tus personajes? No sé si lo estemos en plural. Podría hablar por mí y creo que no me siento nada desorientada hoy. Al contrario. He tenido un día maravilloso. De mi casa al metro, del metro al trabajo. Del trabajo a la red. De la red a hablar con amigos, navegar, postear, trabajar, escuchar música, leer. Luego regreso a casa. Responder esta entrevista. Cerrar el ordenador. Leer. Volviendo a la forma de la novela. Da la impresión de que tu historia no se hubiera podido contar de otro modo, pero ¿piensas que esta tendencia a la fragmentación acabará calando como método creativo o será simplemente una tendencia que dejará de existir? No es una tendencia de hoy. En toda la historia de la literatura y de la humanidad, incluso en la oralidad, hay personas que se expresan mejor de forma fragmentada y otras de forma lineal. Una curiosidad del libro es que todos los mensajes de la protagonista principal están escritos los sábados. ¿Pretendías reflejar también lo fragmentario de nuestras vidas y de nuestro tiempo libre? La verdad es que eres la segunda persona que se da cuenta de ese detalle. La primera fue Lorena Amaro, una crítica literaria chilena que admiro mucho. Creo que ni siquiera yo me había dado cuenta, Lorena me lo hizo ver. Ahora bien, el postear no tiene nada que ver con mi tiempo libre. Mejor dicho, no sé bien a qué se refieren cuando dicen tiempo libre, ya que siempre considero que estoy laburando. La forma de construir la novela también presupone una crítica a la construcción tradicional. ¿Crees que la novela en su formato tradicional ha perdido vigencia? No para nada. Volviendo a la pregunta anterior, creo que hay escritores que se comunican de una forma más fragmentaria y otros de una forma más lineal. Además que a la mayoría de los lectores les interesa leer textos lineales. En el desarrollo de la novela, exceptuando el personaje principal AA, el resto de personajes quedan un poco envueltos en una maraña donde sus caracteres naufragan. ¿Casi como reflejo de la sociedad actual? Tal vez reflejo de todas las comunidades, las sociedades, los colectivos, los grupos humanos; de cualquier tiempo, no necesariamente actual. Claudia, ¿qué nos espera próximamente tras este Diario de las especies? Publicaré este año, en Chile y Perú, una nueva novela: EME/A. Muchas gracias, Claudia, por tu tiempo. Esperamos seguirte leyendo. Luís Vea García |
DIARIO DE LAS ESPECIES. Claudia Apablaza 16/05/2010 21:46:18 |
Título: Diario de las especies Autora: Claudia Apablaza Editorial: Barataria Págs: 176 Precio: 13,50 € Diario de las especies, el libro de Claudia Apablaza(1978), chilena momentáneamente afincada en Barcelona, es un libro singular. Singular por su planteamiento metaliterario que traspasa el argumento. Es un artefacto narrativo que no sé hasta que punto podemos denominar novela, pues desmenuza y deconstruye el concepto tradicional de novela. Apablaza crea una forma de organizar el material narrativo a semejanza de los blogs en donde expone un tema, como un post, y deja que los lectores le vayan respondiendo. Es evidentemente una novela deslavazada porque pretendidamente Claudia Apablaza utiliza los mecanismos reales de los blogs en los que se pasa de una conversación a otra sin ton ni son. Refleja una tendencia actual del mundo, no ya del mundo literario, que también, pero básicamente del mundo de la comunicación por internet. Así los sucesivos posts van planteando materias que tienen que ver con la creación de una novela: los personajes, los tiempos, el final, hasta el propio proceso de publicación. También en cada uno de los capítulos hay numerosas reflexiones sobre algunos libros. El personaje central de la novela es casualmente una chica chilena que viene a España a escribir una novela influenciado por la figura de Enrique Vila-Matas. Así se convierte en el alter ego de la autora de la que toma algunos rasgos biográficos. Inicia una suerte de peregrinaje entre autores con especial hincapié en Vila-Matas y en la belga Amelie Nothomb. Casi completa de un modo quizá precipitado, saltando de autor en autor algo como un improvisado Curso de Literatura Europea, que sin ser el de Nabokov, si nos da pistas de aquellas materias y autores que interesan al personaje central que viene firmando todos sus escritos como A.A. Al mismo tiempo va pasando alternativamente del escenario europeo al chileno y sudamericano, trazando paralelismos, símiles y pasarelas. Desde el punto de vista puramente formal la apuesta de Apablaza es una apuesta arriesgada que deberíamos inscribir en la tendencia a narrar fragmentariamente. Algo que debe ser como en su momento fue el descubrimiento de la fotografía que obligó a los artistas a pasar de un arte figurativo a otro abstracto. Tendencia que aquí en España nos ha dado experimentos como Nocilla dream y el resto de la trilogía de Agustín Fernández Mallo. También Vicente Luis Mora ha circunscrito algunos de sus trabajos a esta visión fragmentaria. Jordi Corominas compara Diario de las especies con un cuaderno de navegación, de hecho en tanto que blog es algo así como una bitácora con una doble vertiente. Por un lado vital y por el otro literaria. Ambas se funden en el texto que salta de una situación a otra. Algunos lectores pueden verse apabullados por tantas conversaciones abiertas, por tantas palabras y personajes, sobretodo aquellos que no están acostumbrados a los blogs y a las redes sociales. Quizá la parte final se convierte en un cuadro más abstracto todavía. De lo que no hay discusión es que la autora chilena maneja con soltura los conceptos creativos y el conocimiento de los grandes autores de la literatura. Quizá para algunos lectores no avezados a la literatura chilena algunos nombres se le escapen. Pero, lo importante es avanzar por esa derrota que nos propone Claudia Apablaza, una forma de escribir y describir el mundo diferente, menos lineal, con muchas lecturas. Quizá sea la única forma de poder entender las múltiples vertientes que tiene hoy en día nuestro mundo. No olvidemos al fin y al cabo que la literatura también es una forma de reflejar el mundo. Seguiremos los futuros proyectos de esta joven autora chilena. Luís Vea García |
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