La Voz de Galicia
Héctor J. Porto
20/08/2011
Héctor J. Porto
20/08/2011
«Solo una clase de fealdad no puede ser representada conforme a la naturaleza sin echar por tierra toda satisfacción estética y, por tanto, toda belleza artística, y es, a saber, la que despierta asco, pues... entonces no puede ya ser tenida por bella». Esta reflexión extraída de la Crítica de la facultad de juzgar, la obra de Kant, parece ser el objetivo que abatir por el arte contemporáneo —ya desde la primera agitación de las vanguardias históricas—, según defiende el ideario del pensador, escritor y catedrático de Filosofía de la Universidad Complutense de Madrid José Luis Pardo (1954) que parece vertebrar la antología Estética de lo peor. El libro reúne más de una docena de textos recuperados de su producción entre los años 1997 y 2008 que ya habían visto la luz previamente en periódicos, revistas, libros colectivos, publicaciones especializadas, monográficos de arte, suplementos de cultura, etcétera.
Sin embargo, y pese a la forma en que se presenta el tomo, haciendo énfasis en su unidad, su contenido va más allá, es absolutamente heterogéneo, como haciendo honor al gusto del pensamiento del profesor. En realidad, el subtítulo —De las ventajas e inconvenientes del arte para la vida— refleja mejor las aspiraciones de esta colección de textos que debería haber prescindido de las cinco subdivisiones temáticas que tratan de ordenar las piezas de este puzle.
DISCURSO COMBATIVO
Y es que cada ensayo se basta para hablar por sí mismo de sus desvelos que, aunque variopintos, acaban convergiendo en el espacio improbable del discurso combativo de José Luis Pardo, uno de los pensadores menos complacientes de la escena española actual, un hombre que aún confía en el poder de la filosofía para maravillar, provocar, debatir, meditar, un catedrático que añora, como buen socrático, la plaza como la arena para el combate dialéctico. Y es que para él todo es susceptible de desenredarse, de ser objeto de especulación, nada en la vida y en la sociedad es ajeno al inquieto bisturí del análisis y de la crítica: el arte (tradición, vanguardia y contemporaneidad), la globalización, el cine, la bioética, la vulnerabilidad del cuerpo, la máquina, el poder, el pecado, la ciudad, el mercado, el erotismo, la libertad, el dolor, la muerte, las teorías de la conspiración... Asimismo, desmenuza obras concretas de autores como David Cronenberg (y su filme Crash), el artista Amorós Torres, el dibujante y viñetista El Roto, la artista Eva Lootz (y su instalación La jaula de los pájaros), Ubay Murillo, Ramón Gaya, Wim Wenders (El amigo americano), Picasso y un largo etcétera.
En fin, la lectura de Pardo, sea cual sea la preferencia concreta del lector por uno u otro de los temas, el abordaje de sus múltiples sendas y sus desviaciones, es profundizar en el gozo de la filosofía, y, como él suele decir, aprender a «discernir la verdad de la farsa efi caz y la libertad de la tiranía maquillada».
Sin embargo, y pese a la forma en que se presenta el tomo, haciendo énfasis en su unidad, su contenido va más allá, es absolutamente heterogéneo, como haciendo honor al gusto del pensamiento del profesor. En realidad, el subtítulo —De las ventajas e inconvenientes del arte para la vida— refleja mejor las aspiraciones de esta colección de textos que debería haber prescindido de las cinco subdivisiones temáticas que tratan de ordenar las piezas de este puzle.
DISCURSO COMBATIVO
Y es que cada ensayo se basta para hablar por sí mismo de sus desvelos que, aunque variopintos, acaban convergiendo en el espacio improbable del discurso combativo de José Luis Pardo, uno de los pensadores menos complacientes de la escena española actual, un hombre que aún confía en el poder de la filosofía para maravillar, provocar, debatir, meditar, un catedrático que añora, como buen socrático, la plaza como la arena para el combate dialéctico. Y es que para él todo es susceptible de desenredarse, de ser objeto de especulación, nada en la vida y en la sociedad es ajeno al inquieto bisturí del análisis y de la crítica: el arte (tradición, vanguardia y contemporaneidad), la globalización, el cine, la bioética, la vulnerabilidad del cuerpo, la máquina, el poder, el pecado, la ciudad, el mercado, el erotismo, la libertad, el dolor, la muerte, las teorías de la conspiración... Asimismo, desmenuza obras concretas de autores como David Cronenberg (y su filme Crash), el artista Amorós Torres, el dibujante y viñetista El Roto, la artista Eva Lootz (y su instalación La jaula de los pájaros), Ubay Murillo, Ramón Gaya, Wim Wenders (El amigo americano), Picasso y un largo etcétera.
En fin, la lectura de Pardo, sea cual sea la preferencia concreta del lector por uno u otro de los temas, el abordaje de sus múltiples sendas y sus desviaciones, es profundizar en el gozo de la filosofía, y, como él suele decir, aprender a «discernir la verdad de la farsa efi caz y la libertad de la tiranía maquillada».
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